El Forn Alavedra, en Vacarisses (Barcelona), se ha adaptado a los tiempos y a las energías actuales. Ahora cuece el pan utilizando un combustible de madera que contamina mucho menos.
De un horno de leña a uno de gasóleo, y ahora, un horno que funciona con biomasa, un tipo de energía renovable que contamina mucho menos. El Forn Alavedra, en Vacarisses, se ha ido adaptando a los tiempos y a las energías más propias de cada época pero nunca ha dejado de hacer el pan desde el inicio: el saco de harina.
Desde hace unos meses, sus propietarios han sustituido el antiguo quemador del horno por uno de pellet, un combustible de madera que genera muy pocos residuos. Aproximadamente, cada diez días extraen cenizas del tamaño de una caja de zapatos.
La temperatura de cocción con esta fuente de energía es constante y esto da como resultado un pan más crujiente. A estas ventajas, el propietario añade la limpieza que gana respecto al gasóleo. Sin embargo, la inversión previa que ha tenido que hacer ha sido significativa porque además de cambiar el quemador, también ha sido necesario adaptar las instalaciones para colocar en ella los depósitos que suministran el pellet. En dos o tres años, esta inversión estará recuperada y el Forn Alavedra podrá generar ahorros.